Educación

Primer día sin móviles: "Antes nos sentábamos a mirarlos en el patio, ahora hablamos entre nosotros"

El alumnado del IES Campanar abraza la regulación en el primer día sin móviles en los centros escolares

"Son un foco de conflictos, pero se pueden controlar" dice el jefe de estudios

Primer día sin móviles en colegios e institutos

Gonzalo Sánchez

Gonzalo Sánchez

Un chaval en sudadera verde y azul se sienta en un banco con los cascos puestos. Está inclinado hacia delante viendo un vídeo sobre la transición española en su teléfono. Otro a su lado da vueltas nervioso, con los apuntes en la mano repitiendo "el Gobierno de Suárez optó por negociar con las fuerzas opositoras".

Son las 9 de la mañana en el IES Campanar de València, y es el primer día con los móviles prohibidos en los colegios e institutos valencianos. A las 10, el alumnado de segundo de Bachillerato tiene un examen, y todos están repasando en la puerta del centro. Encima de los libros, o en mitad de la mesa, están los móviles. Aunque no los usen.

La mayoría de chavales está de acuerdo con que se haya prohibido utilizar smartphones en el centro, porque han vivido los beneficios en carne propia. El IES Campanar prohibió en septiembre el uso del teléfono móvil en el patio y en los pasillos, y el cambio fue a mejor. "Antes nos sentábamos al lado y nos poniámos a mirar el móvil. Ahora hablamos más entre nosotros o jugamos a fútbol, nos ha obligado a socializar", explica Sergio Alou, estudiante de segundo de Bachillerato.

Un joven mira su teléfono móvil en la puerta del IES Campanar de València, antes de entrar a clase.

Un joven mira su teléfono móvil en la puerta del IES Campanar de València, antes de entrar a clase. / Germán Caballero

Sergio reconoce, medio en broma medio enserio, que él es "un poco adicto al móvil", como casi todos sus amigos, y que le ha quitado de socializar cara a cara con otras personas. "Vas a dar una vuelta por la tarde y ves que hay grupos de chavales sentados en un banco pero que en verdad están mirando su móvil, no hablan entre ellos. Eso sí que es verdad que igual habría que cambiarlo", cuenta.

El pasado jueves Conselleria de Educación anunció la prohibición de los teléfonos móviles en colegios e institutos valencianos. Más de 900.000 estudiantes podrán llevarlo en la mochila, siempre apagado, y no podrá usarse dentor del recinto escolar. Sí que hay una excepción, que es el uso en actividades en el aula, siempre bajo petición previa del profesor justificada. En la práctica, los móviles ya estaban prohibidos en la mayoría de los centros, pero Educación optó el pasado jueves por dar el paso definitivo.

Control en el aula

David Benito, jefe de estudios del centro explica que decidieron prohibir los teléfonos en el curso 2021-22. "Empezamos a ver alumnos de primero de la ESO sentados en el patio mirando el móvil, uno al lado del otro sin hablar. Entonces consideramos en el claustro que aquello no era ni bueno ni sano para el alumnado. Y se ha notado para bien".

Pese a tener que controlarlo a diario, Benito dice que el alumnado se ha acostumbrado a no llevar móvil. "Las primeras semanas de septiembre este curso requisamos muchísimos móviles, pero una vez pasaron varias semanas el alumnado se acostumbró y a penas tuvimos que intervenir más. Ahora requisamos alguno pero muy puntual", cuenta.

Jóvenes de segundo de Bachillerato estudian antes de un examen de Historia.

Jóvenes de segundo de Bachillerato estudian antes de un examen de Historia. / Germán Caballero

Otra de las causas que llevó al centro a regular los teléfonos fue el foco de conflictividad que suponía. "Es y va a seguir siendo foco de conflictos aunque se prohiban, y saldrán casos de acoso y ciberacoso. Aquí la clave es la educación y enseñar a los jóvenes a usarlo bien. Al final el teléfono no es malo de por sí, es una herramienta que es mala si se usa mal, y lamentablemente hay jóvenes que no saben tenerla", explica.

En contra de la medida

Sara, estudiante de segundo de Bachillerato, está en contra de la prohibición. "En clase todos estamos de acuerdo en que no se pueda usar porque te desconcentra mucho, pero no entiendo por qué no se puede usar en el patio o en los pasillos. Si necesito hablar con mi familia no entiendo por qué no se pueden usar", explica. Añade que ella cree que el teléfono no le afecta a la hora de socializar.

Jóvenes en el patio del IES Campanar antes de entrar a clase para un examen de  Historia.

Jóvenes en el patio del IES Campanar antes de entrar a clase para un examen de Historia. / Germán Caballero

El problema, coinciden todos los jóvenes consultados, se da en casa. "Dices 'voy a mirar redes un momento', y cuando te das cuenta se te han pasado varias horas. Eso sí que me pasa e intento ser consciente para que no ocurra", añade.

Laura Ríos también está a favor de la medida aunque añade que el móvil puede ser una buena herramienta para apoyar en el estudio, aunque es más cómodo usar ordenador o tablets. La mayoría de jóvenes también opina que las generaciones posteriores también hacen un mal uso de la tecnología, aunque no se ponga tanto el foco en ellos. "Nosotros somos nativos digitales y estamos acostumbrados, los adultos quizá no tanto y también hacen mal uso de los teléfonos, reivindica Alou.

Suscríbete para seguir leyendo